La política está entrelazada con la justicia y
con la sociedad, y la sociedad está íntimamente vinculada con la economía, es
por ello la necesidad de conocerlas sistemáticamente.
Pero la ley,
el derecho y la economía no son suficientes para conocer y desentrañar la
realidad; para eso se debe acudir a la ciencia de la ciencias, la filosofía,
pues ella, en definición de Aristóteles en el Libro I de la “Metafísica”, es aquella que reflexiona y
define las entidades, conceptos, principios axiomáticos, básicos,
fundamentales, esto es, aquellos sin los cuales nada existe, nada se puede
pensar ni decir. La filosofía es la ciencia universal que reflexiona sobre lo
universal esencial; sobre el ser como esencia o identidad, ser como existencia,
no-ser como alteridad y diferencia, potencia, acto, “es la existencia del ente
en cuanto a ente”. En su definición clásica, conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los
principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la
realidad, así como el sentido del obrar humano. La filosofía analiza y estudia
la totalidad. Y todo
lenguaje, sea el de las ciencias matemático-geométricas, sea el de las ciencias
empíricas, sea de la economía, sea el del derecho o la política, utiliza las
palabras que Aristóteles analiza en la Metafísica,
porque son conceptualizaciones de lo necesario; poseyendo el filósofo “la
totalidad del saber en la medida de lo posible sin tener la conciencia de cada
objeto en particular”. Y de la filosofía nos aprovecha la filosofía política. Concordando
con Karl R. Popper, que “todos los hombres y todas las mujeres son filósofos,
aunque algunos lo son más que otros”.
Cuando obremos con la cordura, tolerancia, conocimientos,
humildad y conciencia que enseña la filosofía, cuando nos miremos más a fondo a
nosotros mismos, cuando nos sentemos frecuentemente a pensar qué estamos
haciendo, que a pesar de encontrarnos geográficamente en el centro del planeta,
no somos el centro del mundo, ahí vislumbraremos el camino particular y
colectivo. René Descartes decía que, cada nación es tanto más civilizada y
culta cuanto mejor filosofan los hombres en ella.
José Saramago, declaró a Expresso, Lisboa, el
11 de octubre de 2008: “Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía.
Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, sin que deba tener un
propósito determinado como la ciencia, que avanza para cumplir objetivos. Nos
falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo para pensar. Y yo creo que sin
ideas no vamos a ninguna parte”.
Ya el filósofo Platón refiriéndose al
Gobierno, señaló el feliz encuentro que debe existir con la filosofía para el
bien de la sociedad: “Los hombres no se verían libres de sus males, sino cuando
por favor especial de la providencia, la autoridad suprema y la filosofía se
encontrasen reunidas en la misma persona e hiciesen triunfar a la virtud de los
asaltos del vicio”.
Los invito a cooperar con su crítica constructiva. Es mi compromiso con la sociedad.
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